Preocupa el valor de la energía eléctrica y el impacto en el comercio y los servicios.

Para la gran mayoría de los emprendimientos comerciales, la energía eléctrica es una necesidad principal, porque en muchos casos no se puede producir ni mantener ni vender un determinado producto si no contamos con este recurso. Ahí, el impacto es muy alto porque es un porcentaje grande en el valor final de ese producto.

Así lo entiende nuestro presidente, Eduardo Taborda. “Nosotros constantemente estamos reclamando que el valor de la energía eléctrica influye directamente en el costo de la producción y venta de cualquier artículo que necesitamos tanto los comerciantes como la ciudadanía en general”, expresó.

“Aunque participamos en la audiencia pública y consideramos que es el espacio ideal para poder expresar el descontento de los comerciantes y los prestadores de servicios, vemos que este formato de audiencia, al no ser vinculante, tanto las propuestas como el malestar de los contribuyentes caen en saco roto. Estamos hablando de audiencias públicas muy largas y las gestiones que realizamos para nuestros representados requieren que las resoluciones sean más expeditivas. Así, no estamos llegando a buen puerto”, analizó el presidente de  Fececo.

En ese aspecto -continuó- “vemos que la energía tiene muchos impuestos. Y en cuanto a las propuestas, por ejemplo, en lo que refiere a capital de trabajo, si pretendemos comprar un vehículo, hay un IVA diferencial. Nosotros consideramos que la energía, en algunos sectores de la cadena de producción, también es un capital de trabajo, por eso entendemos que también podría tener un subsidio a esos impuestos”.

“Si bien notamos que desde la EPE se está invirtiendo en toda la infraestructura general, como los medidores de lectura remota, donde también se puede programar que el corte sea mensual en vez de bimestral para que la amplitud no sea tan grande, nuestro particular interés apunta a la cadena de producción que integra el sector comercio y servicios y el impacto que pueda generar en los que apuestan a la generación de empleo genuino”, indicó Taborda.

Cuestionamientos

Además de solicitar la reducción del IVA, desde FECECO “trabajamos en la posibilidad de sobre rever el tema facturación. Entendemos que la energía cuesta y que se debe optimizar el consumo, pero no puede ser que a mayor consumo particular haya porcentuales correlativos por el valor de alumbrado público y debamos pagar más. Necesitamos adecuar el valor de la energía”, enfatizó Taborda.
“Si bien el valor puro de la energía es el que llega, el resto de los puntos son los que generan la distorsión. No se trata de no pagar, pero sí de que sea más equitativo”, prosiguió el dirigente del sector mercantil.

Para Eduardo Taborda, “otro punto es el tramo de lectura para la facturación. Al tener una lectura bimestral, los últimos kW (kilovatios) se abonan más caros porque se superó el nivel promedio. Eso no ocurriría si el tramo de medición fuera mensual”.

Concretamente, “nuestras propuestas para la adecuación del valor del servicio de la EPE apuntan a la reducción de cargas impositivas y las adecuaciones de los costos de alumbrado público. Asimismo, que los tramos de medición sean a 30 días y no a 60. Eso, sumado a la optimización que tenemos que hacer todos como sociedad, seguramente impactará positivamente en el valor de la energía eléctrica de la provincia de Santa Fe”.

Para finalizar, Taborda marcó que “la EPE necesita reunir fondos para poder invertir en obras, porque tiene un sistema obsoleto en cuanto a su formato social. Esto debería ser al revés y proyectar las obras sin tener que esperar que el contribuyente abone. Podría, incluso, recurrir a financiamiento internacional, pero hoy no está pasando debido a la obsolescencia de su formato”.

 

Fuente: FECECO